El mercado de las plataformas y sillas salvaescaleras vive un momento en alza en todos los aspectos y muy especialmente a nivel de normalización y concienciación social, debido a las ventajas que presentan tanto para los usuarios con discapacidad como para aquellas personas con movilidad reducida, que ven mejorada su calidad de vida. El aumento de la esperanza de vida hace qu también se necesiten mejoras en la accesiblidad y los muchos edificios antiguos en España que requieren adaptarse a estos nuevos usuarios.
El auge de los salvaescaleras es debido, en parte, a la entrada en vigor de la normativa (4 diciembre de 2017) que persigue que todos los productos, bienes, entornos y servicios sean accesibles, con arreglo a las condiciones básicas de no discriminación y accesibilidad universal. Y es que todos los edificios existentes deben adecuarse a las condiciones de accesibilidad que establece del DB SUA en todo aquello que sea subceptible de ajustes razonables. Es precisamente ahí donde las sillas salvaescaleras y las plataformas toman un protagonismo para hacer de la accesibilidad todo un derecho, nunca una obligación.
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